En un reciente taller literario al que he asistido, el escritor y crítico literario Félix Romeo nos proponía como ejercicio la escritura de una carta de despedida, de unas pocas líneas, dirigida a un supuesto amor. Abajo puedes leer la mía. ¿Cuál sería la tuya?
Ahí te quedas. Te jodes. Me voy. No quiero volver a verte. Espero no tener que encontrarme contigo nunca más. Y no es despecho, no te creas. Es desprecio. No me importas en absoluto y no me importa que haga ya dos semanas que te hayas ido
jueves, 15 de mayo de 2008
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16 comentarios:
Puff!! No se, kizás me parece un poco brusca tu carta, pero supongo que será pq querías mucho a ese amor y estás dolido....En fin, ahí va la mía:
Por fin, ahora soy libre, ahora puedo conocerme mejor sin tus malas influencias. No creas que esta libertad me da miedo,todo lo contrario, es algo que anhelaba desde hacía tiempo. No me arrepiento del tiempo que he estado contigo, porque de los errores también se aprende. Espero no volver a saber nada de tí. Espero poder ser libre por mucho tiempo.Adios.
PD: soy maría navarro, es que me he liado con las cuentas y al final lo he puesto anónimo. Besitos
María, me alegra mucho verte por aquí.
A veces, como en tu carta, la despedida va ligada a la libertad. En estos casos, no cabe duda, la decisión es la acertada. Suerte con tu aventura germánica y muchos besos.
Qué interesante. Ahora podemos dar rienda suelta a la imaginación. Ahí va una posibilidad remota, o no.
"Ya no puedo más. Ya no me quedan gritos que escupir por la noche, ni reproches que vomitar por la mañana. Eres libre, libre porque dejaste la pistola cargada..."
Vaya, Auro. Espero que esa pistola cargada sea sólo una metáfora. No me gustaría verte despeinar por la munición de una magnun del 45. En cualquier caso, efectista tu despedida. Muchas gracias. Un beso.
Como dice Warhol, me he convertido en una máquina. No me queda nada. Sólo soy aquello que los demás esperan. Soy su deseo. He muerto hace mucho. Uno de mis primeros actos como artista fue mandar quince cartas escritas a mano a quince personas a las que no conocía. Era la carta suicida de alguien que se sentía muy infeliz, medio loco, a punto de matarse. Me sentía muy mal y creo que de no haber sido un artista, de haber escrito sólo una carta, seguramente me hubiera matado. Pero soy un artista, así que escribí quince. Jugué con la muerte, con la idea del suicidio. Lo trasladé de un plano personal a un plano colectivo. Ya no me sentía infeliz, representaba la infelicidad. Cuando se representa, ya no se vive, igual que los actores"
de C. Boltanski
en
http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/contextos/5547.htm
Ana, las cartas suicidas no siempre son estridentes. Te recomiendo "Amarillo", de Félix Romeo. En él se entiende cómo los mensajes sutiles perdidos en la rutina, se vuelven epístolas con vocación autodestructiva.
Muchas gracias por seguir aquí, en este día gris y tristón.
ya ya conozco amarillo, don josé antonio.Pero este texto que es del artista C.Bolstanski al margen del suicidio es una buena metáfora de la distancia que propugna el arte.Gracias a usted.
Me han encantado vuestras cartas, aunque tenga un trasfondo de reproche e ira.
Ahi va mi carta secreta:
"Un amor fugaz que se esconde mientras lo rechazas con la mente, con tus labios y todo el peso de la sociedad, le miras y sutilmente le dices que si, con tus ojos. Pasa el tiempo y el anhelo ebulle de tu mirada, ya no volverá, fueron demasiadas negaciones, aprendes a olvidar algo que rechazaste con la mente y llamaste con tu cuerpo. Si volviera seguiria sin entender el lenguaje de una mujer."
una pena lo de Valente. tenía que estudiar griego e historia del arte. después viene la selectividad. después la mudanza.
a ver si mañana te gusta el texto de la voz.
un beso.
Luna
Doña Ana, tiene usted más razón que un santo -o una santa, dado el caso-. O bueno, quizá sea Bolstanski quien tiene razón. El arte da cierta distancia. El problema aparece cuando uno no sabe medir esa distancia y al final se convierte en insalvable.
Un beso.
P.d. ¿Por qué estamos hablándonos de usted...?
Es verdad, Lourdes. Lo fácil, tratándose de una despedida, es colocarse del lado del reproche. Pero no siempre tiene por qué ser así. Por cierto, sin querer caer en tópicos simplones, tengo que reconcer que a mí también me cuesta comprender eso que llamas "lenguaje de mujer"; nunca he sido muy bueno con los idiomas.
Un beso.
Luna, en primer lugar quiero agradecerte la oportunidad que me ofreces de hablar del documental de David del Águila. Se llama "El lugar del poeta" y trata la vida de José Ángel Valente durante su estancia en Almería. Para mí fue lo mejor que he visto en mucho tiempo. Y no son halagos gratuitos; en el mismo tono visceral digo que la tertulia de Adolfo Domínguez ha sido, para mí, lo peor de este Lilec´08 -que, aprovecho para reconocerlo, está teniendo un nivel altísimo, así que enhorabuena, de verdad, a la gente de ElGaviero-. Espero que tengáis la oportunidad de acercaros a este documental porque iréis descubriendo al poeta que fue descubriendo David. Por supuesto, el documental pudo haber sido más erudito o académico, pero habría perdido parte de la magia que supone descubrir a alguien.
Te deseo toda la suerte del mundo con la selectividad y con la mudanza. Por suerte para el que se queda, internet alivia el peso de las mudanzas de hoy en día.
Un beso
Mi carta de despedida la escribió un sacerdote, yo solo la firmé frente a toda una Iglesia llena con un "sí, quiero".
GAME OVER
Amigo Omar, tu carta de despedida me ha recordado a esa frase que le atribuyen a Marx -a Groucho, no a Karl, no haya confusión- en la que venía a decir algo así como que "el matrimonio es la principal causa de divorcio". Y añado yo: "sí, pero no la única".
Un abrazo.
Me interesó mucho este tema. Así que me atreví en escribir el texto abajo.
Imagino que se hallan errores en este, asì que si algunos os parecen horrorosos, no reparen en decirmelo.Un saludo.
Aire--Azul
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Muy ex amor mío
Espero que esta carta te deje mudo. Buena cosa será, entonces, que no quiero ni necesito palabras inteligentes ni comentarios contundentes o inspirados. Y consideraré aún menos oportunos tus eternas ayudas o consejos, sean para escribir mejor en castellano, cosa que todavía no sé hacer bien y me da igual.
En lo que decía, sólo sabías apuntar la palabra o la tilde que no convenía. De todas formas fuiste siempre de esos imbéciles que miran el dedo en vez de la luna.
Te extrañará seguro, pero, por fin, dejé de amarte. Y no sé ni quiero saber como ocurrió eso por lo alegre que me siento.
No te pido que me contestes.
Supiste combinar tantos defectos en lo que comentabas de mí que no parece ser posible : no te empeñaste en ser sincero, ni tampoco respetuoso hacia mí sino que te deleitaste en glosas ariscas e irónicas.
Los dos anhelábamos este momento en cuando dejaría de verte como mi mejor imposibilidad y cambiaría a mi mejor amigo.
Desilusiónate.
Tampoco me ocurrió eligir esta opción ya paso de todos, más precisamente de tí.
Este amor se ha muerto y aunque podía parecer imposible, con la amistad que nos juramos al separarnos, todo lo nuestro se fue con él.
No me importa más lo que hagas.
Por fin, llegamos a ser dos extranjeros.
¡Y cuanto me alegrará ignorarte!
jjb, siento no haberte contestado antes. No había advertido tu entrada.
Muchas gracias por participar de esta idea y no te preocupes por tu español o por tus faltas, aquí te las perdonamos.
Con respecto a la carta, subrayar una frase: "Por fin, llegamos a ser dos extranjeros". No hay nada más triste que llegar a convertirte en un extranjero para tu pareja.
Muchas gracias por estar con nosotros.
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