De cuando en cuando cae en nuestras manos uno de esos libros que nos deja un regusto amable en el paladar. Uno de esos libros que a uno siempre le gustaría haber escrito. Yo me encuentro en uno de esos momentos. El libro en cuestión se llama Almería, crónica personal, y su autor es Antonio Orejudo.
De entrada, la edición resulta muy bonita. Las pastas duras, la presentación en negro, las fotos de Pérez Siquier e incluso el tipo y tamaño de letra utilizada me parece que lo hacen un libro muy atractivo. Luego, el contenido está muy bien estructurado. Orejudo utiliza su experiencia vital en Almería como hilo conductor de un libro muy conseguido. Y no pretendo mostrar una erudición que no tengo; simplemente escribo como un lector al que el libro lo atrapó desde la primera a la última página, de la primera a la última impresión.
No se trata de un libro de historia y mucho menos de una guía turística. El propio autor nos dice que “no se trata de un libro concebido para halagar el orgullo provinciano”. Es, nada más y nada menos, que un libro de experiencias. De las experiencias de Antonio Orejudo, un forastero que vino a Almería huyendo de otra parte, como otros muchos, y que colaboró, casi sin darse cuenta, casi sin desearlo, en la transformación que la ciudad necesitaba.
En el libro se van solapando las historias, como los naipes en un juego de cartas, con Orejudo y Almería como factores comunes. Estas historias están salpicadas de nombres y de lugares, de calles y situaciones, que a muchos almerienses les harán sentirse extrañamente cómodos instalados en sus páginas. Retazos de unas ficciones no tan ficticias que de uno u otro modo todos hemos vivido.
No me cabe duda de que Almería, crónica personal está llamado a convertirse en un libro fetiche. En una referencia ineludible para todo el que quiera acercarse a esta ciudad de luz y de mediterráneo. En una posada íntima para los que somos de aquí. Y en un lugar donde escaparse para seguir huyendo.
martes, 22 de abril de 2008
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10 comentarios:
Bueno, bueno, esto se pone interesante. Por fin estás empezando a introducir la literatura...
Me alegro de que hagas esta recomendación, pues casi siempre -lo siento Garrido, pero no exite la perfección absoluta aunque tú estés muy cerca de alcanzarla- aciertas con tus consejos de lectura -de los que yo me aprovecho frecuentemente-. Así que no dudaré en leérmelo, en recomendarlo -si me gusta tanto como a ti- y en utilizarlo como sustituto de la típica colonia regalo de cumpleaños.
Muchas gracias por hacernos partícipes de tus lecturas orgásmicas y, por favor, no dudes en seguir haciéndolo.
Un beso.
Auro, recomendar un libro es, para mí, un pequeño acto de exhibicionismo. Así que no esperes que este blog se llene de recomendaciones. Además, supongo que cada persona merece una particular. Lo que pasa con este libro es que me ha tocado la fibra almeriense, así que aquí no tengo pudor en desnudarme. Sólo espero que lo disfrutes -que lo disfrutéis- como lo he disfrutado yo.
Un beso
Hola, ¿eras tú el que estaba envuelto en la disputa Perseida? Sé que fui aportada como prueba pericial pero no sé si el caso se resolvió.
Un beso, echando de menos a Perseo.
Perdona, he releído bien el post de la casa del nadadory ya sé que no tienes nada que ver con eso.
Un abrazo.
Hola, Ana.
En primer lugar, muchas gracias por visitar mi casa -también la tuya-.
Respecto a lo que has dado en llamar "disputa perseida", sí que tengo que ver con eso -más de lo que quisiera-. Todavía hay quien piensa que Perseo y yo somos uno..., cosas de internet.
Espero volver a verte por aquí. Un beso.
Perdona por no haberme presentado.Como sabes distinguir perfectamente entre Ana Gaviera y Ana Gorría.:-)Leeré bien tu blog.
Bueno, pues creo que yo he sido una de las afortunadas en leerlo(ademas regalado y todo...ajaja), y la verdad esque me ha gustado, incluso me ha parecido(corrigeme si me equivoco)reconocer a los padres de Luna en él...
Pues eso Pepes, que nos sigas recomendando librs que por ahora te seguiré haciendo caso que no me has defraudado...
Un beso
Muy bien, Mari Pili. Me alegro de que te haya gustado.
En efecto, como dices, los padres de Luna, Ana y Pedro, aparecen en el libro. De ellos, el protagonista dice que son "la pareja más literaria de Almería", y creo que no se equivoca. Desde aquí un saludo a los dos.
Sigue pasándote por aquí. Un beso.
Muy linda... Is there an english version of the book?
TJ
I´m sorry, Tereza. For the present time there isn´t an English version.
Best regard
P.d.: Did you know that Antonio Orejudo was spanish teacher in USA?
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